Continúan las protestas en el rural cántabro por las deficiencias del transporte público, que limita las oportunidades de l@s jóvenes en nuestros valles para estudiar Bachillerato o FP.
Llamativamente, quienes confunden autogobierno con «desigualdad» no son sensibles a las discriminaciones que se dan dentro de su propia comunidad, por clase (educación de pago) o, como en este caso, por habitar un territorio rural que debiera cuidarse para enfrentar la despoblación.
Son estos servicios públicos los que hay que financiar, y no dedicarse a desviar recursos públicos a negocios educativos privados que no garantizan la igualdad de oportunidades y hacen competencia desleal a la Pública.