Hoy se ha empezado a negociar el proyecto de orden por la que se clasifican como de especial dificultad los centros educativos rurales ubicados en zonas en peligro de despoblamiento. Nos parece una buena noticia que la Consejería de Educación aborde esta situación, aunque pensemos que el problema del despoblamiento del medio rural de Cantabria debería abordarse de forma participativa (dialogando con los centros educativos y otros agentes sociales del rural cántabro) y de manera integral, es decir, generando simbiosis entre los distintos ámbitos de la administración pública autonómica. La orden es poco ambiciosa y no plantea un proyecto más a largo plazo que piense en la reapertura del medio centenar de escuelas que se han cerrado en las últimas décadas en nuestros pueblos. En cualquier caso, no está mal que al menos se planteen mantener lo poco que queda de la escuela rural de Cantabria.
La orden, en principio, está pensada para los centros de municipios que, según los criterios de la UE, se encuentran en peligro de despoblamiento: Polaciones, Paracuelles, San Pedro del Romeral, Soba, Mataporquera, Polientes, Puentenansa, Vega de Pas, Terán, Luena, Cieza, CRA de Liébana-Peñarrubia y Bielva. Se propuso modificar los criterios para que entrasen dentro de esta catalogación algún otro municipio, teniendo en cuenta la accesibilidad o no por transporte público. Se aceptó hacer una revisión y se nos aseguró, por ejemplo, que los centros educativos de Potes entrarían también.
La Consejería se ha mostrado más receptiva en esta ocasión a las propuestas sindicales y ha admitido, entre otros, algunos puntos que nos parecen importantes. El principal de ellos ha sido el relativo a la implantación completa del primer ciclo de E. Infantil en estas escuelas. Nuestro sindicato no quiere que se haga la implantación hasta que no se regule por completo todo lo que afecta a este ciclo. Nos parece muy delicado escolarizar a niños y niñas de menos de dos años en los colegios rurales sin antes haber negociado y regulado todo el ciclo. Para el STEC, antes de hacer una incorporación precipitada de alumnado de estas edades hay que sacar normativa reguladora de los aspectos educativos y asistenciales, así como organizativos, de personal (titulaciones, condiciones de trabajo…) de dotación de material, de adecuación de espacios, etc. La Consejería parece haberlo entendido.
Otro aspecto que se discutió fue el relativo a incentivar que el personal interino permanezca en estos centros. Para ello se considerará mérito a baremar en las oposiciones (no se aumenta la puntuación total del baremo, sino que se incluye como un mérito más en el apartado III de otros méritos) el trabajar en estos centros. La puntuación será progresiva, es decir, se valorará más la permanencia durante varios cursos consecutivos. También se considerara en la «experiencia docente previa» para las listas de interinos.
También se ha comprometido la Consejería a mejorar el currículo educativo y la formación del profesorado, incluyendo aspectos del patrimonio material e inmaterial cántabro que en muchos casos se atesora en el medio rural, poniéndolo en valor.
No estamos de acuerdo en que se recurra, como solución al tema de las especialidades, a los triples perfiles. Lo único que se consiguió en este punto fue que los triples perfiles tendrán carácter excepcional (veremos qué significa esto en la práctica…) y sólo para nombramientos a tiempo completo.
No vamos a detallar de momento más este proyecto de orden porque se acordó que la Consejería iba a redactar un nuevo texto que incorporará lo hablado en la reunión de hoy. Veremos cómo queda todo finalmente. Os seguiremos informando.